viernes, 30 de noviembre de 2012

Fecha de entregas:

Debido a la falta de tiempo, sólo pondré cuentos los viernes o sábados. Bueno espero que no os importe. Hasta la próxima semana.

La llamada de Sonia.

Una chica había discutido con su padre cuándo iba en coche hacía un centro comercial para quedar con unas amigas. El padre la dejó en dónde debía y fue con sus amigas, cuándo todas se fueron a casa ella llamó a su padre, pero él no contestaba. Se le acabó el saldo, y ya se hacía de noche. El padre estaba en su trabajo y había apagado el móvil.
Ella llamó y llamó, pero nadie contestaba.
Unos hombres vinieron y preguntaron si se iba con ellos, pero ella vio sus intenciones, además ellos estaban borrachos.
Ella intentó escapar pero recibió un golpe en la cabeza. Muriendo en el acto. Los hombres asustados salieron corriendo dejando todas las botellas de cerveza.
El padre se entero después de una hora. Casi muere del susto, después no pudo llorar ya que estaba fatal, no hay sentimiento alguno para describir el dolor y sufrimiento que sintió.
A partir de ese momento todos los días el padre recibía la llamada del télefono de su hija Sonia.

El problema del rio

La historia que voy a contar a continuación, puede que os haga pensar y reflexionar sobre lo que tenemos.
Bueno, empecemos.
Está historia trata de un jóven, no era ni el más guapo ni el más rico. Pero poseía un gran corazón y siempre ayudaba a los demás.
Un día iba paseando por el bosque, sediento, cuando vió un río de aguas muy cristalinas dónde se reflejaba las nubes. Tan claras era el agua que al asomarse antes de beber vió una jóven reflejada en el agua pidiendo ayuda. Estaba encerrada en el rió. Intento cogerla con la mano pero sólo podía sentir el agua. Ella sólo pedía ayuda.
Él triste y asombrado por su enorme belleza, le preguntó como podía ayudarla. Ella respondió que tenía que llamarla tres veces, su nombre era Rosa, la llamó tres veces y de ahí salió una mujer que no se podía comparar en belleza con Rosa.
-Hola, si quieres salvar a Rosa tienes que responder a la siguiente pregunta:
``¿Para que sirven los humanos?´´
Él pensó la pregunta durante un rato y contestó sabiamente.
- Para dar amor, cuidar y tener esperanza.
La mujer que había salido del agua sonrió y asintió. Después desapareció y apareció otra mujer más bella aún.
Repitiendo la frase anterior dijo:
-Hola, si quieres salvar a Rosa tienes que responder a la siguiente pregunta:
``¿Qué es la belleza?´´
Él respondió rápidamente.
-Algo superficial, sólo existe la humanidad, ser buena persona te hace bello.
La mujer sonrió y desapareció. Apareciendo así una mujer más bella aún que las otras dos mujeres.
Repitió la frase:
-Hola, si quieres salvar a Rosa tienes que responder a la siguiente pregunta:
``¿Qué es la esperanza?´´
Él respondió triste porque la mujer no sabía lo que significaba.
-Es algo que no se pierde en los peores casos, en debilidad, en tristeza,es algo que te ayuda a superar  las adversidades.
Desapareció y dejó libre a Rosa.

 

jueves, 29 de noviembre de 2012

El origen de la vida.

Matías estaba de viaje por Egipto, investigando sobre los orígenes de la vida. Llevaba años así y había descubierto muchas cosas. Todo lo escribía en un librito y lo pasaba, después a su ordenador.
Llegado un día descubrío una tumba funeraría cerca de una gran pirámide. Entró asombrado, pensó que sería famoso y llegaría a salir en las noticias. Descifró todos los jeroglíficos del lugar y logró saber el origen de la vida. ``Todos están equivocados, no es ni el Big Bang ni nada por el estilo´´pensó ansioso por ser famoso. Al rato escuchó una voz que decía:
                ``Tú no eres quién para saber el secreto que todos quieren saber´´
Asustado salió de la tumba dejando su librito.
Al salir no se acordaba de nada ni de quién era.

Las visiones de John.

John era un chico normal y corriente. Iba al trabajo como cualquier otra persona y volvía a su casa dónde se sentaba en una habitación llena de espejos. Esa era su rutina diaria.
Un día, cuando volvió a su casa encontró un libro en la silla donde solía leer, nunca había visto tal libro, puede que el día anterior lo dejará ahí.
No le dió importancia, y empezó a leerlo. Una novela de terror que le dejó con insomnio durante toda la noche. Cuando amaneció no tenía sueño ni tenía ojeras, lo ignoró y se fue al trabajo.
Cuando comenzó a conducir tuvo que frenar el coche ya que se sentía mareado, el coche de atrás le empezó a gritar, pero el no escuchaba nada. Vió imágenes borrosas de la muerte de su jefe. Despertó asustado y siguió conduciendo pero muy preocupado. ``¿Me habré vuelto loco?´´ pensaba durante todo el trayecto. Llegó al despacho y vió como a su jefe le daba un ataque al corazón. `` Lo que ví´´ pensó asustado. Atemorizado pidió un día libre.
De vuelta a casa, le ocurrió lo mismo pero esta vez con su vecino y con imágenes más claras. Se iba a caer desde el quinto piso. Corrió y se lo dijo al vecino que por supuesto se burló de él.
Al rato, el vecino se tiro desde la ventana del quinto piso muriendo en la caída.
La tercera visión de John, fue la de una desconocida que pasaba la calle y que él mismo la atropellaba. Asustado decidió no ir en coche, por si acaso. Así que cogió el autobus, no se libró de su suerte, la mujer acabó atropellada por el conductor.
Atemorizado, decidió ir hablar con una amiga. Ella al oir todo lo que dijo se empezó a reir. Pensaba que era una broma hasta ver la cara de preocupación de su amigo. ¿Qué podía decir ella? seguir su vida con la muerte siguiendo sus pasos. Ella preocupada le dijo que se tomará unas vacaciones.
El hizo caso dejó su trabajo por una semana y se dedicó a hacer cosas que antes él no había hecho.
Dejó de ver las visiones durante unos tres días, pero al cuarto vió una visión que hizo que se mareara.
Vió su propia muerte. Se encerró en su cuarto y empezó a temblar como nadie. Decidió salir e ir al cuarto de espejos a leer un rato y olvidar lo que había visto, pero cuando entró vio la muerte en un espejo que cayó en su dirección, clavando todos sus cristales en su cuerpo, derramando sangre y gritando pidiendo ayuda. Sólo una persona vino y dijo que era el elegido. Esa persona le dió su túnica negra felicitándole por ser la nueva muerte. 

martes, 27 de noviembre de 2012

Las apariencias engañan...



Ya era anciano, y me quedaban pocos días de vida. Tenía que saber a quién le daría toda mi fortuna. A mi nieta de apenas quince años sin padres, a mi hijo de cuarenta Augusto o a mi otro hijo de cincuenta.
Tenía la decisión tomada, ya que Augusto cuidaría de mi nieta Laura hasta que fuera mayor de edad.
Cuando tuve la decisión tomada, me dí prisa en decírselo a mis únicos familiares. Los tres se asombraron bastante. Augusto sólo tenía unas semanas libres antes de volver a viajar y trabajar sin descanso por el mundo. Laura estaría sola la mayor parte del tiempo y me daba pena. Y mi otro hijo José solo gastaba su dinero en el juego. El disgusto de mi nieta me sorprendió bastante.
-Abuelo, ¿cómo puedes darle todo el dinero a mi tío? -Preguntó muy triste
-Ya lo he decidido. - Respondí triste ya que ninguno se disgustaba por mi cercana muerte.
Ella se fue muy enfadada a casa de Augusto.
Al día siguiente Laura me llamó por teléfono muy asustada, alguien había asesinado a Augusto.
Lo encontraron en la puerta de su casa apuñalado y con la cartera. No era un robo, sino un asesinato.
Me puse lleno de ira, impotente, triste. Mi hijo muerto antes que su padre. Prepararon el funeral para dentro de unas semanas, para eso ya no estaría aquí.
Después de tres días. Vino la policía preguntando por José. Encontraron pruebas que lo incriminaban, las ganas de tener dinero y su adversario Augusto lo tenía todo. Pero no era posible, si hubiera sido él le hubiera robado el dinero. Así que lo dejaron libre y buscaron a otro culpable, mientras Laura y yo lloramos la pérdida con dolor. No quería pensar en el futuro de Laura. 
Vino José con dos cafés, uno se lo dió a Laura que lo vió con detenimiento. Sonrió y se lo bebió de un trago. A los cinco minutos José cayó muerto, Laura empezó a reír a carcajadas. Yo estaba en mi cama no me podía mover por las máquinas que habían instalado.
Laura me miró y dijo
-No me fió de ti, pero me gustaría contarte un secreto. -Dijo susurrandome al oído.
Yo quedé mudo sin saber que hacer. Ella siguió hablando.
-¿Te acuerdas del misterioso incendio en la casa de mis padres? -Dijo riendo.
-Si - Contestó ella misma.
-La única superviviente, que casualidad. - Dijo a carcajadas.
Me miró seria
-Qué mal, te acusaran a ti de matar a José. El veneno de ratas lo saqué de tu garaje, ahora quemaré la casa y tú en ella.
Ella no sabía que un policía había llegado hace tiempo y estaba detrás de la puerta.
Justo cuando iba a encender el fuego. El policía sujeto sus brazos y llamó a más refuerzos. Laura acabó en un hospital psiquíatrico y la fortuna a caridad. Se suponía que moriría en dos semanas, pero duré tres, al final de la segunda semana Laura se suicido.
 

La habitación número trece.

Uno de los viajes que he hecho en mi vida es el de Roma, uno de mis favoritos pero también uno de los más extraños.
Cuando estaba en una de las iglesias, junto con otros visitantes, observé con clara atención a un chico solitario con una cámara fotográfica, como yo. Él chico también me miro con una sonrisa, y no pude evitar sonrojarme. Intenté hablar con él, pero siempre era la misma conversación. Por más preguntas que hacía, él cambiaba de tema y volvía a la misma conversación.
-Hola -Decía él.
-Hola, ¿cómo te llamas? - Preguntaba yo con curiosidad.
-Estoy en la habitación número trece del hotel -Respondía él como siempre.
-Lo siento, -Decía con tristeza , me tengo que ir. -Decía mirando el reloj que siempre marcaba las ocho.
 Siempre la misma rutina, como un reloj, se iba a las ocho de camino a su habitación número trece del hotel.
El día de vuelta a casa, fui a despedirme de él. Toqué la puerta de su habitación varias veces pero nadie contestaba.
Un hombre, que no conocía, me miró extrañado y abrió la puerta. Miré extrañada y me fui a recepción para preguntar dónde estaba un chico que siempre estaba con el grupo uno de la excursión. La chica me miró y dijo:
-Se ha equivocado, en tu grupo sólo hay familias, ningún chico joven.
-No puede ser -Dije incrédula
-No el grupo dos esta en otro hotel desde hace tiempo. -Dijo intranquila.

Cuando volví a casa, en el periódico aparecía el chico que vi en el viaje, desaparecido, decía ``desaparecido a las ocho de la tarde´´

Uno de miedo.

Era una noche de verano, había apostado con mis amigos para saber quién era el más valiente. La prueba consistía en ir a la casa abandonada -que esta en las afueras del pueblo-, entrar y saludar desde la ventana del tercer y último piso. Yo me moría de miedo, pero no quería exteriorizarlo. Todos me hicieron entrar a mi primero. Entre y llegué al último piso sin problemas. Pero escuché un tipo de máquina en una de las habitaciones, me acerqué sigilosamente y abrí la puerta.
Era un señor anciano con problemas para respirar, la máquina que le ayudaba a vivir se había roto. Me miró con tristeza casi llorando y miró al fondo de la habitación, miré y estaba, tirada en el suelo una chica que padecía alguna enfermedad, corrí por si podía hacer algo . Le toqué el cuello como nos indicaban en el instituto para saber si estaba viva.
Seguía viva, respiraba, pero con dificultad. Corrí fuera de la casa y avisé a mis amigos que me miraban con incredulidad. Les pedí que entraran conmigo, que se los podía demostrar, a carcajadas entraron y llegaron a la habitación que indiqué. Abrieron la puerta y no estaba nadie, además había un agujero enorme en donde se podía ver el suelo del segundo piso. No me lo podía creer, había visto al anciano y a la niña, no era posible. Fui el último en salir de aquella habitación extraña.
Antes de cerrar la puerta, vi a la chica mirandomé fijamente.